¿Bienvenido Homo bodoensis? Seguimos dibujando el árbol de nuestra evolución
Ancestros humanos, garrapatas y cambio climático, niveles de CO2, nueva especie de cetáceo y tráfico de marfil
💀 Encajar las piezas del puzzle de la evolución humana es apasionante, pero también puede dar muchos dolores de cabeza. Entre los escollos de esta empresa, encontramos la misión de definir las especies del género Homo en base a pruebas fósiles y restos de genes polvorientos. Uno de los nudos gordianos, que ha mantenido con el ceño fruncido a los paleontólogos y paleontólogas de todo el mundo, es la identidad de las especies que habitaron África y el sur de Europa durante el Pleistoceno medio. Tradicionalmente, los fósiles que datan de esta época se han considerado como H. heidelbergensis o H. rhodesiensis. Sin embargo, existe cierto debate académico sobre cómo encajar las piezas halladas y dibujar con ellas este pasaje concreto de nuestra evolución. Por ello, un equipo internacional de investigadores, dirigidos por la paleontóloga Mirjana Roksandic, ha propuesto cortar por lo sano y denominar gran parte de dichos fósiles con un nuevo nombre: Homo bodoensis.
🔍 Según esta investigación, H. bodoensis habría vivido hace 500.000 años en África y algunas regiones del sudeste de Europa. Además, añaden que representan a los antepasados directos de H. sapiens. Debemos tener en cuenta que dicho nombre acaba de ser puesto sobre la mesa. Por tanto, toca esperar a que la comunidad científica analice la propuesta y decida si este trazo sobre nuestro árbol evolutivo es válido o no. Puedes leer más sobre este tema aquí 👉 Experts name new species of human ancestor.
🌍 La garrapata Hyalomma marginatum, una especie que puede transmitir el virus Crimea-Congo, se está desplazando hacia el norte de España debido al cambio climático. Hace 50 años estos artrópodos habitaban en las zonas más cálidas de España pero, debido al calentamiento global, estas regiones se han vuelto más secas. Como resultado, la población de garrapatas se ha desplomado en estos lugares… para crecer allí donde antes no existían pero sí encuentran unas mejores condiciones. Los expertos consideran que ya está presente en casi todo el norte del país, salvo en los lugares de montañas más fríos. También han hecho su aparición en países como Alemania, Austria, República Checa, Reino Unido y Noruega. El riesgo de su expansión consiste en su capacidad para transmitir dicha enfermedad, aunque para actuar como vectores deben tener el virus dentro y esto, por suerte, no es tan común. En España, se confirmó la presencia del virus en el año 2016 y de momento se han dado varios casos más que, por desgracia, han causado la muerte de tres personas. Lo cuentan en este artículo de El País 👉 La garrapata del virus Crimea-Congo se desplaza hacia el norte de España y Europa por el cambio climático
🌡 Más temas sobre cambio climático. A pesar del parón sufrido por la pandemia, la concentración de CO2 atmosférico ha marcado un nuevo récord en 2020. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha escalado hasta las 413 partes por millón. Una cifra que se quedará corta, ya que la propia OMM también ha anunciado que en 2021 volveremos a dar este titular. A mediados de este año, algunos observatorios ya marcaban la cifra de 419 partes por millón. Recordemos que antes de la Revolución Industrial, a mediados del siglo XVIII, el promedio mundial era de aproximadamente 280 ppm. Aquí podéis leer más sobre esta noticia 👉 El CO2 en la atmósfera marcó un nuevo récord en 2020 pese a la pandemia
🐬 El 27 de noviembre de 2011, una hembra de zifio fue hallada muerta en la costa del sur de Nueva Zelanda. Nihongore, bautizada así por la gente que la encontró, fue clasificada como una zifio de True (Mesoplodon mirus). Estos animales, que pueden medir hasta cinco metros de longitud y tienen el aspecto de un delfín, representan a esa extraña fauna que mora en los océanos y desafía a las profundidades para alimentarse. A pesar de su tamaño y que deben salir a la superficie para respirar, conocemos muy poco sobre ellos. Siempre se ha considerado que esta especie habitaba en aguas frías del hemisferio norte y sur. Estábamos equivocados. En realidad, se trata de dos especies separadas por las cálidas temperaturas ecuatoriales. Tras analizar la genética y morfología de ejemplares conservados en museos y archivos de los dos hemisferios, se ha podido determinar que zifios como la desafortunada Nihongore pertenecían en realidad a una especie no descrita: el zifio de Ramari (Mesoplodon eueu). Lo cuentan en esta noticia 👉 Marine Biologists Identify New Species of Beaked Whale
📸 Comerciantes de marfil en la región de los Grandes Lagos de África. Entre 1880 y 1890.
🐘 El 31 de agosto de 2016, durante la celebración del Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN en Honolulu (Hawái), se presentaron los resultados del Great Elephant Census. El ambicioso proyecto, ideado por la organización Elephants Without Borders y financiado por el filántropo Paul Allen, consistió en censar desde el aire la población de elefantes africanos (Loxodonta africana). Los resultados fueron alarmantes: contabilizaron un total de 352.271 ejemplares en los ecosistemas de 18 países. Anteriormente, según otro censo panafricano realizado en 1979, África era el hogar de 1,3 millones de ejemplares, mientras que alrededor del año 1500 se estima que la cifra ascendía a 26 millones de elefantes.
🐘 El dramático descenso tiene su origen en los siglos de caza y codicia por el marfil de sus colmillos. A principios de la década de 1900, cazar elefantes se convirtió en un “deporte” para los extranjeros que viajaban a África. Mientras que el comercio de marfil continuó diezmando su población, incluso después de que la especie fuera incluida en el CITES, debido a los tentáculos de la caza furtiva y el comercio ilegal.