¿Están los osos polares cambiando de menú?
Efectos del cambio climático en los osos polares, la desconcertante migración de los armadillos, superbacterias resistentes a antibióticos y la invasión de los sapos de caña.
🌍 En la Estación de Hornsund, situada en el archipiélago de Svalbard, se grabó a un oso polar persiguiendo a un reno en el mar. Tras darle alcance y arrastrarlo hasta la orilla, la secuencia termina segundos antes de que el oso hunda sus fauces en la carne. El episodio ha sido noticia por dos motivos. Por un lado, es la primera vez que se documenta a un oso polar cazando con éxito a un reno en Svalbard. En segundo lugar, el telón de fondo de esta historia nos habla de un mundo cada vez más caliente.
❄️ Los osos polares son depredadores que han evolucionado para cazar focas en el hielo marino. En las épocas cuando el horizonte blanco se reduce, estos animales sobreviven en tierra comiendo cualquier cosa que les aporte grasa y proteínas: cadáveres de ballenas, huevos de aves, renos descuidados, peces u otros pequeños animales, vegetación e incluso basura humana. Este variado bufet nos demuestra que los osos polares hacen gala de una sorprendente capacidad para encajar los tiempos de escasez. Pero, ¿hasta qué punto pueden aguantar sin siquiera olisquear una foca?
🌡 Esta incógnita hace torcer el gesto de los científicos. Conforme se alargan los períodos sin hielo, estos animales pasan más tiempo privados de su principal sustento. Por tanto, cada vez seremos testigos de más episodios similares. Este es un escenario donde vuelan las preguntas. ¿Puede un oso polar gastar energía en cazar un reno sin que le pase factura? ¿Puede un animal tan grande sustentarse solo con huevos de aves marinas? Los expertos coinciden en que el vídeo de esta noticia no es “una prueba definitiva de cambios en las dietas [de los osos polares] en un mundo más cálido”. Pero sí podemos decir que es un aviso sobre el estrés que sufrirán estos animales. Y un recordatorio de la desoladora posibilidad de perderlos.
Podéis leer más sobre el tema en este artículo de The Conversation 👉 Polar bears eating reindeer: normal behaviour or result of climate change?
¡Bola Extra! Si os interesa este tema, en Myrmarachne publiqué un artículo sobre el efecto del cambio climático en los osos polares 👉 El icono hambriento
🌎 El armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus) tiene desconcertado a los estadounidenses. A finales del siglo XIX, esta especie logró cruzar el Río Bravo desde México para adentrarse en Estados Unidos. También debemos añadir que fueron introducidos en Florida por esas fechas. Desde entonces, estas curiosas criaturas han iniciado una migración hacia el norte y el este del país. En 1995, ya se habían establecido en Texas, Oklahoma, Luisiana, Arkansas, Misisipi, Alabama, Georgia y Florida. En los últimos años, han avanzado en los estados de Carolina del Sur (donde ya son comunes) y Carolina del Norte (región que detectó su primer armadillo en 2007). Sus hocicos ya olfatean estados del norte como Misuri, Iowa y Nebraska.
☀️ Los armadillos de nueve bandas prefieren vivir en regiones cálidas. Concretamente, la especie es nativa de América del Sur. Las causas de su migración al norte no están claras y entre ellas podemos enumerar la falta de depredadores naturales en Estados Unidos, el poco interés en cazarlos y una alta tasa de reproducción. Sin embargo, el omnipresente cambio climático, que ha suavizado los inviernos del norte, está cobrando cada vez más peso como impulsor de esta historia. Una cosa parece clara: estos animales están aprovechando el caos generado por los humanos para expandir sus horizontes.
Lo cuentan en esta noticia 👉 Armadillo Invasion: Why Did They Choose the Carolinas? Scientists Aren't Sure But They're Here to Stay
👀 Y aquí tenéis una lectura adicional en The Guardian donde hablan sobre Jason Bullard, una suerte de cazarrecompensas de Carolina del Norte que se gana la vida cazando, entre otros animales, a los recién llegados armadillos. Algunos ciudadanos consideran a esta especie una “molestia” debido a que sus madrigueras, excavadas en el suelo, destruyen jardines y huertos. 👉 ‘It’s like hunting aliens’: inside the town besieged by armadillos
🦠 La bacteria Staphylococcus aureus se encuentra entre los microorganismos que han adquirido resistencia a antibióticos. Concretamente, la cepa resistente a la meticilina (conocida con el nombre MRSA) supone un problema emergente, tanto sanitario como ganadero. Este fenómeno siempre se ha asociado al uso indebido de los antibióticos. Sin embargo, una reciente investigación acaba de poner de manifiesto que el rompecabezas puede ser más complejo de lo esperado.
🦔 Tras analizar cepas presentes en distintos animales salvajes, se ha descubierto que un tipo de MRSA denominado mecC-MRSA surgió entre los erizos. Exactamente en la piel de estos animales, lugar donde dichas bacterias comparten hábitat con un hongo productor de antibióticos. La selección natural habría favorecido la adaptación de las bacterias frente a los antibióticos, para así medrar sobre los erizos. Este escenario ocurrió hace unos 200 años, por tanto, los microorganismos que se han ganado el apelativo de superbacteria vieron la luz antes de que los humanos comenzaran a usar antibióticos clínicamente.
💊 La cercanía de los erizos con el ganado, donde es habitual el uso de antibióticos, permitió a las cepas resistentes adentrarse en un mundo donde jugaban con ventaja. Y así llegaron hasta nosotros. Esta historia plantea un nuevo escenario donde los antibióticos que usamos, los cuales provienen en su mayoría de la naturaleza, también pueden tener su contraparte en la propia naturaleza. Es por este motivo que un arma tan eficaz debe ser usada con precaución.
Tenéis más detalles sobre esta historia en este artículo de la Agencia SINC 👉 Una superbacteria surgió en los erizos mucho antes del uso clínico de los antibióticos
📸 Sapos de caña criados en un centro de investigación en Queensland (Australia). Año: 1935
🌱 La Meringa Sugar Experiment Station es un centro de investigación que podemos encontrar en Queensland (Australia). Desde su creación en la década de 1910, el centro se convirtió en un punto clave de la industria azucarera. El lugar sirvió para desentrañar los secretos de las distintas plagas de insectos que afectan a la caña de azúcar, ayudando así en la búsqueda de un talón de Aquiles para destruirlos.
🐸 Precisamente, en este sitio fueron criados los primeros sapos de caña (Rhinella marina) que llegaron a Australia. En 1935, el entomólogo Reginald W. Mungomery viajó a Honolulu (Hawái) donde capturó 102 ejemplares de dicha especie. Esta pequeña población vivió en un recinto que había sido construido para ellos en el centro de investigación. En pocos días, el grupo creció vertiginosamente hasta estar conformado por 2.400 sapos, los cuales serían liberados en los alrededores de la ciudad de Gordonvale el 19 de agosto de 1935.
📣 Pocos se opusieron a la llegada de los sapos. Walter Wilson Froggatt, entomólogo jubilado, fue una de las personas que alzaron la voz. Logró presionar con éxito al gobierno para que prohibiera la introducción. Sin embargo, los intereses políticos y económicos influyeron en Frank Bulcock, Ministro de Agricultura y Ganadería, para que volviera a permitir la liberación de los anfibios en 1936.
😕 Ese mismo año, Froggatt escribió una profecía ecológica que desgraciadamente se cumplió: "Este sapo gigante, inmune a los enemigos, omnívoro en sus hábitos y que se reproduce durante todo el año, puede convertirse en una gran plaga como el conejo o el cactus."
🐸 La realidad es que durante años los sapos de caña gozaron de muy buena prensa. Gracias a este motivo, las manos humanas les abrieron las puertas de ecosistemas de todo el mundo. La especie, nativa de algunas regiones de América, también desembarcó en Hawái tras vivir una historia parecida.
🔍 Cyril Eugene Pemberton, entomólogo estadounidense, trabajaba para la Hawaiian Sugar Planters' Association buscando la forma de combatir plagas agrícolas. En la década de 1930, debido a la Gran Depresión y a la expansión de varias especies de escarabajos, la industria mundial del azúcar se enfrentó a tiempos difíciles. Entonces llegó a manos de Pemberton el currículum del sapo de caña.
💰 La especie había sido introducida en varias islas del Caribe desde principios del siglo XIX. Posteriormente, en la década de 1920, su voraz apetito fue desatado en Puerto Rico. Fruto de este proyecto, en 1932 la investigadora Raquel R. Dexter dio una conferencia en el IV Congress of the International Society of Sugar Cane Technologists in Puerto Rico, donde habló sobre su investigación tras diseccionar unos 300 sapos: en sus tripas había todo tipo de insectos que marchitaban el lucrativo negocio de la caña de azúcar.
📜 Diversas crónicas citan la charla de Dexter, junto con el artículo que escribió al respecto, como un punto de inflexión. La noticia atravesó fronteras, haciendo que el croar de los sapos actuase como un hechizo en el mundo del azúcar. Sus ecos incluso resonaron entre prestigiosas publicaciones como Nature, donde la hazaña de los anfibios apareció coronada con un titular triunfalista: “Toads Save Sugar Crop”.
🌍 Si te has quedado con más ganas de ciencia… Esta semana, en Myrmarachne recordamos este post: Las avispas que reclutan ejércitos de virus.
Algunas especies usan garras para cazar. Otras cuentan con venenos paralizantes. Y luego están las avispas parasitoides que reclutan a un ejército de virus. Os presento a Cotesia congregata, la pesadilla de la oruga del tabaco (Manduca sexta). Esta pequeña avispa alimenta a su prole de una forma un tanto macabra. Inyecta sus huevos en el cuerpo del gusano y cuando las crías nacen, van devorando a la oruga por dentro, poco a poco, mientras ella sigue viva. La oruga finalmente morirá cuando emerjan de su cuerpo las larvas, que la cubren con capullos donde las avispas terminan de madurar. Pero antes de que sus crías se pongan manos a la obra, la avispa necesitará la ayuda de los virus. Leer