Los humanos hemos modificado la estructura de la atmósfera
Increíbles efectos del cambio climático, contaminación en la Antártida, el biodiverso mundo de las bacterias e invasión de castores.
🌎 Los impactos de nuestra especie están llegando más lejos de lo que podríamos imaginar: los humanos hemos modificado la estructura de la atmósfera. Vayamos por partes. El aire que nos rodea pertenece al reino de la troposfera, el lugar donde suceden gran parte de los fenómenos meteorológicos. Si seguimos subiendo, nos encontraremos con la tropopausa, región que marca la frontera entre la capa anterior y la estratosfera. Si continuamos el ascenso llegaremos a la mesosfera, la termosfera y la exosfera. Pues bien, la acumulación de gases de efecto invernadero (CO2, metano, etc) tiene lugar en su mayoría en la troposfera y aquí es donde nuestra mano está actuando mediante la quema de combustibles fósiles y otras emisiones de carbono. Desde hace al menos 40 años, el límite de la tropopausa se está elevando entre 80 y 50 metros por década debido al aumento de temperatura en la troposfera. Esto está provocando la expansión de la troposfera y la disminución de la estratosfera, la cual a su vez está sufriendo un enfriamiento. Este increíble y preocupante efecto (que arroja una enorme incógnita sobre sus consecuencias en la circulación atmosférica global) de momento ha sido confirmado en el hemisferio norte. Lo cuentan en este artículo de El País 👉 Los humanos cambian el cielo: los límites entre las capas de la atmósfera están variando
🐧 Según un estudio, encabezado por investigadores españoles, las plumas de los pingüinos que habitan en la Antártida presentan altas concentraciones de mercurio. La emisión de dicho metal se produce a través de las erupciones volcánicas, pero también debido a actividades humanas como la industria o la quema de combustibles fósiles. La contaminación por mercurio puede producir diferentes problemas en los seres vivos y, como otras sustancias, tiende a acumularse en los niveles superiores de las redes tróficas. Es decir, en aquellas especies carnívoras que actúan como principales depredadores. En el caso de la Antártida, pingüinos como el de papúa (Pygoscelis papua), el barbijo (P. antarcticus) y el de Adelia (P. adeliae) representan estos eslabones de la cadena alimenticia; y es jústamente en estas aves dónde se han encontrado altas concentraciones de mercurio. Puedes leer más sobre esta noticia aquí 👉 Las plumas de los pingüinos de la Antártida concentran altos niveles de mercurio
🦠 Las bacterias SAR324 han intrigado a los microbiólogos desde hace tiempo. Estas diminutas criaturas habitan en las aguas subtropicales del océano Pacífico norte… Pero lo hacen desde la luminosa superficie hasta las oscuras reinos abisales a 4.000 metros de profundidad, pasando por capas donde solo impera la luz azul ¿Cómo pueden sobrevivir en entornos tan distintos? El misterio se ha revelado tras analizar la genética y el metabolismo de estos microorganismos recolectados en diferentes lugares. Las pesquisas han revelado que las bacterias SAR324 en realidad se dividen en cuatro grupos ecológicos con distintos estilos de vida. Los dos grupos que viven en las capas más superficiales, se sustentan mediante un estilo de vida fotoheterotrófico. Es decir, toman moléculas de carbono orgánico y extraen de ellas energía gracias a la luz solar. Por otro lado, los dos grupos que viven a más profundidad se consignan a una vida quimiolitoautotrófica. Gracias a su metabolismo, pueden servirse del dióxido de carbono (igual que las plantas) utilizando la energía de productos químicos inorgánicos que contienen azufre. Puedes leer más sobre esta noticia aquí 👉 Marine microbe contains multitudes
🦠 Hablando de bacterias.... Se calcula que en el mar Mediterráneo existen más de 12.000 especies de bacterias y arqueas. Estos microorganismos son los protagonistas del primer catálogo de biodiversidad microbiana del Mediterráneo, elaborado por el Instituto de Ciencias del MAR (ICM-CSIC) de Barcelona. Esta biodiversidad demuestra la importancia del mundo microscópico que, aunque suele ser un gran desconocido, tiene un importante papel ecológico. Además de suponer una basta fuente para el descubrimiento de nuevas sustancias o avances biotecnológicos. Lo cuentan en esta noticia de EFE Verde 👉 El Mediterráneo tiene más de 12.000 especies de bacterias
📸 Presa creada por castores en el Parque Nacional Tierra del Fuego, Argentina. Año 2012.
🌍 La semana pasada hablábamos sobre cómo los castores sufrieron la fiebre por las pieles. Un evento que supuso la persecución de estos animales en muchas regiones. La historia de esta semana se dirige en dirección contraria, aunque vuelve a tener como eje central el comercio de pieles.
🌎 Muchas especies han sido introducidas en diversos puntos del globo bajo la premisa de “enriquecer la fauna”. Es decir, eran liberadas en los ecosistemas con la esperanza de que proporcionasen algún beneficio a la economía local. Este es el caso de los castores americanos (Castor canadienses), los cuales dieron un salto de gigante desde Canadá hasta la Patagonia en Argentina… Impulsados por la mano humana.
💰 En la década de 1940, el gobierno argentino de Perón se puso en contacto con la Compañía de la Bahía de Hudson. Querían comprar ejemplares vivos de castores para introducirlos en Argentina y así incentivar la industria peletera. La empresa rechazó la oferta. También hizo lo mismo el gobierno de Canadá cuando recibió la oferta. Sin embargo, el encargo acabó en manos de Tom Lamb, empresario canadiense propietario de una aerolínea con sede en Manitoba, al cuál sí le cuadraron las cuentas.
✈️ Mr. North, así conocían a Lamb en su tierra, se puso manos a la obra y capturó 20 ejemplares de castores. En 1946, estos animales fueron transportados en avión por el propio Lamb. Un largo viaje que los llevó desde Canadá hasta Tierra de Fuego… Su nuevo hogar.
😕 De esta forma, la especie acabó en Tierra de Fuego para convertirse en un quebradero de cabeza. Hoy en día se los considera una especie invasora debido a su gran capacidad para modificar los ecosistemas. En 2018 se calculaba que en dicha región existían entre 100.000 y 150.000 castores, los cuales habían afectado a un área de 31.000 hectáreas. Algunos han bautizado este evento como el Beavercene.
🌍 Si te has quedado con más ganas de ciencia… Esta semana, en Myrmarachne he publicado este post: ¿Pueden las aves reproducirse por partenogénesis? El extraño caso del cóndor californiano.
🌎 En 1987, Estados Unidos puso en marcha un plan para capturar a todos los cóndores de California (Gymnogyps californianus) que quedaban en la naturaleza. Los augurios no eran buenos, pues la especie estaba a punto de escribir su nombre en la lista de aves extintas. Impactos como la contaminación por DDT o el plomo, la caza furtiva y la destrucción de hábitat, derivaron en un exigua población formada por tan solo 22 ejemplares. Por fortuna, los esfuerzos de conservación han logrado que, en estado salvaje y en cautiverio, ahora podamos contar más de 500 cóndores californianos 💪 Leer